Francisca
Blázquez. Del arte un juego
Una
mirada que no es de este mundo
No vamos a descubrir a estas alturas
la Obra de Francisca Blázquez, esa artista polifacética
madrileña que hace del Arte un Juego. Hace ya unos años
que Francisca ha dejado de ser esa niña que jugaba con
muñecas, comiditas y descolocaba sus trenzas para desde el
adulto mantener viva la Niña que lleva dentro. Francisca es
capaz de jugar con las formas y los colores puros paseándose
por las diferentes dimensiones del Espacio de manera sublime y
adentrándose en lo espiritual.
Francisca
Blázquez, incluso sin ella saberlo desde la conciencia, es
capaz de salir de este mundo 3D para mostrarnos las formas
multidimensionales de los mundos oníricos que ella con toda
seguridad visita durante la noche.
Una de las Leyes
Básicas que rigen este Universo dice que “Como es arriba
es abajo”. Esta es una de las pinturas que si te descuidas te
meten dentro del cuadro en singular meditación llevándote
a los mundos donde Francisca consiguió la inspiración.
Es un cuadro que te lleva al Infinito. ¿Puede darse mayor
profundidad? Observe el aura del Circulo exterior. Observe el circulo
interior y la luz al final del túnel. ¿No te dice algo?
Circulo interno que se deja arropar, que no estrangular por tonos más
oscuros dejando entrever la existencia de la Ley Cósmica:
“Como es arriba es Abajo”
También podría
mostrar esta obra un mundo planetario con sus tres dimensiones:
Astral a través del aura, material, a través del cuerpo
planetario y espiritual, a través del Sol interior que tanto
personas como planetas llevamos dentro.
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Ascenso-descenso
a través de un Xendra |
Pero Francisca Blázquez
nos muestra una vez más, por si alguien todavía no se
da por enterado, la existencia de otros Mundos y otros seres que,
utilizando tecnologías hoy desconocidas para la Humanidad,
ayudan a descender-ascender a Francisca a este Mundo en el que tendrá
que mostrar las bellezas de esos otros mundos a los que ella viaja en
sus sueños tanto de día como de noche.
La
vida de Francisca Blázquez es como su pintura. Delicadeza,
ternura, ensueño y espiritualidad. Transmite un mensaje del
que ella ni siquiera es consciente, no es bueno que ascienda su ego,
si así lo hiciera se acabaría el fluir de su arte tal y
como hasta ahora nos lo ha mostrado.
En la Obra de Francisca
predomina la figura del circulo y el circulo representa la Totalidad
en Geometría Sagrada. Si observáramos esta obra desde
la posición de quien se coloca en la parte de abajo, veríamos
un velo de tonos azules que nos escondería la figura de la
Totalidad, el circulo de Luz. Nuevamente nos presenta la imagen de
esta Humanidad que no es capaz de ver su propia divinidad ya que un
velo se lo impide. Nos invita a que seamos capaces de traspasar ese
velo para descubrir nuestra Esencia Divina.
Tiene Francisca una obra
titulada “Esfera.Luz” de la serie Dimensionalismo en la
que nos muestra una figura esférica y dentro de ella otra
esfera más luminosa. Nos invita a pensar con esta obra en la
existencia de un ser interno más bello y perfecto que el que
mostramos a través de nuestro exterior. Y esto es válido
no solo para cada ser vivo de este planeta sino que también
nos muestra un planeta hueco dentro del cual hay dimensiones más
luminosas y por tanto más espirituales que la que conocemos.
No se podría mostrar mejor la representación de la
existencia de mundos internos dentro del Planeta.
La Obra “El Azul
del Misterio”, nos muestra de nuevo la Ley de “cómo
es abajo es arriba”, pero poniendo más importancia en
el “abajo”, en contra de muchos místicos que se
han empeñado en vivir en el “arriba”, y han
descuidado el “abajo”. Nos dice Francisca con esta Obra
que la evolución se desarrolla en el “Abajo”.
Para conseguir la perfección del “arriba” hay que
vivir el “abajo” con toda la intensidad posible, y no se
llega al “Arriba” hasta no haberse graduado el Ser a
través del paso por diferentes mundos laberínticos y
complicados de transitar. En los mundos del “abajo” se
sufren las metamorfosis necesarias para conseguir el grado de pureza
que nos permita vivir en los mundos del “arriba”.
Francisca se recrea
presentando sus creaciones-visualizaciones de belleza integral
colgada en la nada. ¿Existe lo que nosotros denominamos “la
nada?” No, rotundamente no, y Francisca lo demuestra como
siempre de forma inconsciente, gracias a Dios, a manera de una
hermosa habitación llena de bellezas, pero totalmente oscura.
Ante nuestra percepción óptica, sería “La
Nada”, pero si dirigiéramos un objetivo fotográfico
sobre cualquiera de las partes de esa habitación oscura y
abriéramos el objetivo de la cámara, a la vez que
emitimos un haz de luz, se grabaría en la película la
belleza correspondiente a ese trozo de habitación que,
iluminado por una frecuencia de luz adecuada, nos muestra su Ser. Eso
amigos es lo que hace Francisca, ilumina “la Nada” y nos
muestra su belleza y realidad multidimensional.
El Triángulo, la
esfera y el circulo, el cuadrado y el rectángulo, el rombo y
el trapecio, desde su ubicación en los cuatro vientos, en las
cuatro direcciones, nos muestran un mundo en el que reina la pureza
del color y la luz, de la forma y la profundidad. Nos enseña
la humildad de la Geometría Sagrada en la que todas las
figuras intentan destacar al máximo de sus posibilidades pero
armonizándose en beneficio de la Obra Final. Ninguna figura
toma protagonismo para sí, sino para destacar el conjunto.
En definitiva Francisca
vive en varios mundos a la vez. El más importante de todos es
el mal llamado “irreal” de los sueños, ahí
es donde capta la belleza, la sensibilidad, la sensualidad, la
espiritualidad y todas las características de su Arte. Su
comunicación con Dios, la Naturaleza y consigo misma es muy
fuerte y esta alianza solo puede traer lo que nos muestra en su arte.
Francisca Blázquez
es capaz de mostrar la Belleza de sus Mundos a través de
cualquier material lo que la hace una artista polifacética al
máximo.
Si profundizamos en su
obra veremos que permaneciendo fijos en ella nos transporta al Mundo
Onírico de Francisca Blázquez, donde ella es muy feliz
e intenta transmitir esta felicidad a quien ve su obra con ojos
trascendentes. El premio es un viaje a los confines del Cosmos, al
encuentro de la Divinidad que hay en cada uno de los Hombres y que
nos negamos admitir. ¿Cuántas Franciscas Blázquez
serán necesarias para mostrar a la Humanidad nuestra Esencia
Divina?
¡Ah! Se me
olvidaba... si habláis con Francisca y la miráis en
profundidad a sus ojos os daréis cuenta que... “no es de
este mundo”.
Con Admiración
Santiago Merino
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