Francisca es un gran
salto de agua que, además de natural y bello, genera
energía
Acababa de trasladarme a Madrid y mi
estado de ánimo era tan triste y frío como el día
de invierno en que me encontraba. A través del escaparate
de la peluquería y acercándose a la puerta
veo, cabizbaja, una chica que tímidamente se aproxima,
llama al timbre, le abro y atiendo solícito. Casi
temerosa me susurra suavemente con una voz casi infantil:
"estoy desesperada con mi pelo"(y no es de extrañar,
Paquita es una mujer que derrocha toda su energía en su
obra y no deja un ápice para su cabellera). Le comento: "no
te preocupes vamos a solucionarlo". En ese momento levanta su
mirada y sus ojos llenos de vida y fuerza provocaron casi una
corriente de alto voltaje sobre mí. Consiguió cargarme
inmediatamente de energía y positividad y, desde luego, creo
que conseguí devolverle parte, ya que ese día nos
despedimos como si nos conociésemos desde niños. Eso
es Paquita, un gran salto de agua que, además de natural y
bello, genera energía capaz de cargar lo que se proponga y
desde luego quiero ser siempre parte de ese gran
generador. Derrocha energía, positividad, expresión
en su arte, en su vida, en su amistad, en su entrega personal y
familiar, en todo aquel o aquello a quien se acerca solícita
de sólo eso que ella necesita: "Amor, Cariño,
Amistad". Paquita no sólo pinta, esculpe o crea arte,
sino que regala y reparte en cada obra lo mismo que con su
presencia. Es ese talismán a llevar con uno siempre, es esa
batería inagotable, es arte y artista, bella y belleza,
principio y comienzo, pero, desde luego, nunca fin ni
final.
Sergio
Estilista y
director de Giotti Peluqueros
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