Cori Torroja, dialogando con las emociones
Dialoga constantemente con las emociones a través de su pintura,
vehiculándolas mediante el color, el cromatismo que define actitudes
definidas, pero, que, a la vez, se sumerge en lo expresivo, para instalarse
en la determinación de la libertad pictórica.
Busca la expresividad, fomentando la apuesta vivencial, dentro del caos hay
el orden, dentro de la emoción el control, todo ello con miras solidas
encaminadas a ser consciente de la técnica pero sin dejarse llevar por ella.
Emplea pintura, pintura en instalaciones, componiendo por momentos escenas
que poseen continuidad, pero dentro del gesto, para encuadrar la temática en
un docudrama que tiene guión.
El gesto, lo informal, la abstracción predomina, pero es el color quien
marca el tempo, el instante, el momento, la frecuencia con que lo comunica,
para que todos seamos conscientes de lo que nos quiere transmitir.
Es clara, busca lo diverso en lo real, pero sin que la densidad predomine,
sino la emoción, la pureza de la vibración, del estado de ánimo que genera,
permitiéndose la conexión directa con aquello que aparece en el alfeizar de
un horizonte que se reinventa cada vez que supera la prueba de las
emociones.
Es una creadora experimental, que le gusta investigar para conectarse con el
más allá de lo que es por sí mismo, porque la verdad de la existencia está
llena de instantes que se generan a partir del corpus emocional, siendo la
mente reguladora del mismo, aunque, también la importancia de la acción del
cuerpo es determinante en los prolegómenos o bien en la orientación de
caminos.
Busca la emoción, dentro del caos, porque considera que el caos es aventura,
azar, suerte, estrella fugaz que se cruza y que se incardina en la senda
dorada de aquellos que creen en lo cristalino sutil pero que, al mismo
tiempo, está completamente lleno de vitalidad, biología y vida.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)
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